En defensa de la Verdadera Familia.
Llevamos ya un par de días oyendo de obispos y demás ensotanados que la reforma de la Ley de Matrimonio Civil para permitir gozar de ese derecho a los homosexuales sólo sirve para atacar lo que ellos entienden es la Verdadera Familia y la sana razón.
Como no es cuestión de criticar por criticar, que a veces también me gusta pero hoy no es de esos días, y continuando con el último post, vamos a analizar cómo debería ser una Verdadera Familia según esta gente.
Y para hacer esto, qué mejor que tomar como modelo lo que comunmente se conoce como Familia, Sagrada Familia.
Veamos el perfil psicológico y el rol de cada uno de sus miembros.
José.
Padre y cabeza de familia.
Esposo de María, carpintero y padre de dios (?).
Su rol en esta familia se limita a ser "el que trae los cuartos a casa para criar al de otro", es decir, el cornudo.
No sólo no goza de los bienes maritales que la Ley de dios en la Torá le confiere, sino que además de no gozar a su mujer tiene que asimilar que otro (dios mismo) lo haga (presumiblemente sin gozo de la señora, aunque vaya usted a saber, que nadie más jodió a dios salvo María). Y por si fuera poco, tiene que criar al hijo del otro.
Y no solo criar, sino reverenciar porque él mismo ha soñado que ese hijo que no es suyo es el Mesías (aunque leyendo los textos hebreos sobre el Mesías descarta directamente a Jesús como posibilidad, pero eso los guardianes del pesebre lo saben esconder a sus fieles). Y obedecer. Y adorar si hace falta.
Es lógico y normal que esta situación supere al pobre José.
Tanto trabajo físico, tanto niño-dios corriendo por el patio... y nada de sexo... pueden con el carácter de cualquiera.
Quizás sea por eso que aparece poco en el evangelio, sólo en los lugares donde milagrosamente salva a su adúltera mujer.
Según versiones, José murió siendo jóven Jesuús. algunos apuntan a que José podría haber sido ya mayor cuando desposó a María, y que aportó al matrimonio hijos de una unión anterior. Eso explicaría la aparición de los hermanos de Jesús en el evangelio, pero se me hace difícil que esos hijos de José considerasen a María como su madre si no lo era.
El caso es que, como en la vida real, el cornudo es la figura menos importante.
Por tanto, el padre de familia debe ser "calzonazos" y no meterse en las amistades de la madre.
María.
Madre de la familia.
Esposa de José, sin labor conocida salvo útero de alquiler de dios. Resumiendo, madre de dios.
Su rol en la familia es el machista más conocido. Parir.
Su único mérito y función familiar ha sido traer al mundo a un hijo, del que no gozó en su concepción y del que no sufrió en su alumbramiento (esto último a tenor de que permaneció intacta tras parir, por lo que presuponemos que sin desgarro de carne no hay dolor de parto).
Sin comerlo ni beberlo, se encontró a la tierna edad de la doncellez encinta de una paloma, casada y no gozada, y por si fuera poco, anunciada de futuros y dolorosos acontecimientos. Y durante toda su vida ni siquiera pudo echar uno para desahogarse. No. Sin mácula, siempre radiante, sin pecado concebida (porque según la teología católica, María nació también sin pecado original y sin mancha, no como el resto de los mortales).
Tampoco era su intención. Después de ser violada a través de la oreja por una paloma (eso mimso decía San Agustín), no creemos que le quedaran muchas más ganas de fiesta.
Como en el caso anterior, es de suponer que una vida de privaciones carnales, viudez prematura e hijos problemáticos han hecho de esta mujer un manojo de nervios y a su corazón una diana de puñales.
Por tanto, la madre de familia debe ser sufridora y frígida.
Jesús.
Este personaje presenta dos naturalezas, o como se diría hoy en día, dos personalidades. Un enfermo mental, vamos.
Jesús, naturaleza humana.
Como ser humano, Jesús empieza su vida sumido ya en un trauma: su madre sigue siendo físicamente virgen después de alumbrarlo, y desarrolla un miedo y un rechazo atroz a la sexualidad. Esto marcará toda su vida.
Crece en una sociedad claramente machista, clasista y teocrática. Esto, por supuesto, no lo ayuda a superara sus problemas, sino que los acrecienta.
Desde niño vive sumido en un mundo de mitos, dioses, matanzas y genicidios. Desarrolla un amor-odio hacia dios, hasta el punto de amarle en cuanto a creador y dador de vida, pero al tiempo lo detesta por el sufrimiento que provoca.
Esta tortuosa relación lo llevará a plantearse el suplantar a dios, haciendo lo único que sabe que lo apacigua: sin sangre no hay remisión de pecados.
Por supuesto, todo eso es producto de su naturaleza enfermiza en cuanto a lo psicológico. Se cree a sí mimso un enviado de dios, un dios mismo, cuya misión es salvar a la humanidad de sí mismo.
Su rechazo al sexo queda patente en toda su vida. Tiene inclinaciones de voto de castidad, pero a la vez no desdeña la compañía de las peores especimenesde los lupanares de su época. Seguramente, se probaba a sí mismo para fortalecer su paranoia. Al más puro estilo cilicio en el Opus Dei actual.
Jesús, naturaleza divina.
Este es sin duda el elemento más extraño en la Familia.
No sólo es hijo, sino que a la vez es padre, hermano de sí mismo y por consiguiente tanto primo como tío y hasta abuelo de su madre.
Se podría asimilar a un elemento desequilibrador en el nucleo familiar. Su presencia no es explicable, pero vaya, este no es nuestro modelo, sino el de los purpurados.
Como resumen, podemos decir que el hijo perfecto de la familia ideal es un sujeto con múltiple personalidad y delirios de grandeza, con complejos sexuales y traumas infantiles, todo ello aderezado por una manía persecutoria aguda.
¿Pero qué pasa con el verdadero padre?
¿Se equivocó la paloma?
El tipo de miembro familiar representado por la paloma es simple: el otro.
Es el amante de la madre. En este caso, se corresponde simplemente con un error de juventud de la doncella, de la que quedó encinta y traumatizada de por vida.
Un amante "viajero" cual paloma. Un amante nada fiel (a juzgar por la proliferación de vírgenes madres de dioses en la mitología universal). Un amante, en fin, que le quitó la posibilidad de una vida normal a esa pobre María.
Por tanto, reconvenimos que la posición eclesiástica es la existencia de un amante perturbador y negativo para la esposa. A ser posible, que la traumatice de jóven (una violación auricular como la narra San Agustín debe ser causa de daños psicológicos) y que la marque para toda la vida, perpetuando la desgracia para la familia en la siguiente generación.
No sé vosotros pero yo preferiría estar sólo en el mundo que tener una Familia tan Sagrada. Si se fija usted bien, ni siquiera los Simpson o los Monster son tan extraños.
Como no es cuestión de criticar por criticar, que a veces también me gusta pero hoy no es de esos días, y continuando con el último post, vamos a analizar cómo debería ser una Verdadera Familia según esta gente.
Y para hacer esto, qué mejor que tomar como modelo lo que comunmente se conoce como Familia, Sagrada Familia.
Veamos el perfil psicológico y el rol de cada uno de sus miembros.
José.
Padre y cabeza de familia.
Esposo de María, carpintero y padre de dios (?).
Su rol en esta familia se limita a ser "el que trae los cuartos a casa para criar al de otro", es decir, el cornudo.
No sólo no goza de los bienes maritales que la Ley de dios en la Torá le confiere, sino que además de no gozar a su mujer tiene que asimilar que otro (dios mismo) lo haga (presumiblemente sin gozo de la señora, aunque vaya usted a saber, que nadie más jodió a dios salvo María). Y por si fuera poco, tiene que criar al hijo del otro.
Y no solo criar, sino reverenciar porque él mismo ha soñado que ese hijo que no es suyo es el Mesías (aunque leyendo los textos hebreos sobre el Mesías descarta directamente a Jesús como posibilidad, pero eso los guardianes del pesebre lo saben esconder a sus fieles). Y obedecer. Y adorar si hace falta.
Es lógico y normal que esta situación supere al pobre José.
Tanto trabajo físico, tanto niño-dios corriendo por el patio... y nada de sexo... pueden con el carácter de cualquiera.
Quizás sea por eso que aparece poco en el evangelio, sólo en los lugares donde milagrosamente salva a su adúltera mujer.
Según versiones, José murió siendo jóven Jesuús. algunos apuntan a que José podría haber sido ya mayor cuando desposó a María, y que aportó al matrimonio hijos de una unión anterior. Eso explicaría la aparición de los hermanos de Jesús en el evangelio, pero se me hace difícil que esos hijos de José considerasen a María como su madre si no lo era.
El caso es que, como en la vida real, el cornudo es la figura menos importante.
Por tanto, el padre de familia debe ser "calzonazos" y no meterse en las amistades de la madre.
María.
Madre de la familia.
Esposa de José, sin labor conocida salvo útero de alquiler de dios. Resumiendo, madre de dios.
Su rol en la familia es el machista más conocido. Parir.
Su único mérito y función familiar ha sido traer al mundo a un hijo, del que no gozó en su concepción y del que no sufrió en su alumbramiento (esto último a tenor de que permaneció intacta tras parir, por lo que presuponemos que sin desgarro de carne no hay dolor de parto).
Sin comerlo ni beberlo, se encontró a la tierna edad de la doncellez encinta de una paloma, casada y no gozada, y por si fuera poco, anunciada de futuros y dolorosos acontecimientos. Y durante toda su vida ni siquiera pudo echar uno para desahogarse. No. Sin mácula, siempre radiante, sin pecado concebida (porque según la teología católica, María nació también sin pecado original y sin mancha, no como el resto de los mortales).
Tampoco era su intención. Después de ser violada a través de la oreja por una paloma (eso mimso decía San Agustín), no creemos que le quedaran muchas más ganas de fiesta.
Como en el caso anterior, es de suponer que una vida de privaciones carnales, viudez prematura e hijos problemáticos han hecho de esta mujer un manojo de nervios y a su corazón una diana de puñales.
Por tanto, la madre de familia debe ser sufridora y frígida.
Jesús.
Este personaje presenta dos naturalezas, o como se diría hoy en día, dos personalidades. Un enfermo mental, vamos.
Jesús, naturaleza humana.
Como ser humano, Jesús empieza su vida sumido ya en un trauma: su madre sigue siendo físicamente virgen después de alumbrarlo, y desarrolla un miedo y un rechazo atroz a la sexualidad. Esto marcará toda su vida.
Crece en una sociedad claramente machista, clasista y teocrática. Esto, por supuesto, no lo ayuda a superara sus problemas, sino que los acrecienta.
Desde niño vive sumido en un mundo de mitos, dioses, matanzas y genicidios. Desarrolla un amor-odio hacia dios, hasta el punto de amarle en cuanto a creador y dador de vida, pero al tiempo lo detesta por el sufrimiento que provoca.
Esta tortuosa relación lo llevará a plantearse el suplantar a dios, haciendo lo único que sabe que lo apacigua: sin sangre no hay remisión de pecados.
Por supuesto, todo eso es producto de su naturaleza enfermiza en cuanto a lo psicológico. Se cree a sí mimso un enviado de dios, un dios mismo, cuya misión es salvar a la humanidad de sí mismo.
Su rechazo al sexo queda patente en toda su vida. Tiene inclinaciones de voto de castidad, pero a la vez no desdeña la compañía de las peores especimenesde los lupanares de su época. Seguramente, se probaba a sí mismo para fortalecer su paranoia. Al más puro estilo cilicio en el Opus Dei actual.
Jesús, naturaleza divina.
Este es sin duda el elemento más extraño en la Familia.
No sólo es hijo, sino que a la vez es padre, hermano de sí mismo y por consiguiente tanto primo como tío y hasta abuelo de su madre.
Se podría asimilar a un elemento desequilibrador en el nucleo familiar. Su presencia no es explicable, pero vaya, este no es nuestro modelo, sino el de los purpurados.
Como resumen, podemos decir que el hijo perfecto de la familia ideal es un sujeto con múltiple personalidad y delirios de grandeza, con complejos sexuales y traumas infantiles, todo ello aderezado por una manía persecutoria aguda.
¿Pero qué pasa con el verdadero padre?
¿Se equivocó la paloma?
El tipo de miembro familiar representado por la paloma es simple: el otro.
Es el amante de la madre. En este caso, se corresponde simplemente con un error de juventud de la doncella, de la que quedó encinta y traumatizada de por vida.
Un amante "viajero" cual paloma. Un amante nada fiel (a juzgar por la proliferación de vírgenes madres de dioses en la mitología universal). Un amante, en fin, que le quitó la posibilidad de una vida normal a esa pobre María.
Por tanto, reconvenimos que la posición eclesiástica es la existencia de un amante perturbador y negativo para la esposa. A ser posible, que la traumatice de jóven (una violación auricular como la narra San Agustín debe ser causa de daños psicológicos) y que la marque para toda la vida, perpetuando la desgracia para la familia en la siguiente generación.
No sé vosotros pero yo preferiría estar sólo en el mundo que tener una Familia tan Sagrada. Si se fija usted bien, ni siquiera los Simpson o los Monster son tan extraños.
3 comentarios
juan -
tu mail es "nisueñes@quetelo.de"?
jejeje, que original!!
ElianaAeonFlux -
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